Beneficios y efectos de la Musicoterapia
Hoy en día la investigación sobre musicoterapia se realiza con todas las edades y enfermedades:
Alzheimer,
Parkinson,
traumatismo de cráneo,
autismo,
demencia,
enfermos psiquiátricos,
niños con problemas de conducta,
personas con SIDA, entre otras.
Numerosos estudios demuestran la funcionalidad de la musicoterapia en pacientes con diferentes problemas neurológicos. Estos estudios demuestran que la música ayuda a los pacientes a ganar control sobre su ritmo de caminar, estimula la memoria anterógrada y retrógrada, ayuda a incrementar la autoestima, estimula a formar nuevas relaciones sociales, y se puede utilizar como método de contacto con la realidad.
En particular la música como instrumento terapéutico puede tener diferentes efectos:
1) Efectos bioquímicos La música puede afectar:
Los aminoácidos de las proteínas Las secreciones glandulares: Hormonas, Neurotransmisores, Neuromoduladores.
2) Efectos fisiológicos Acelera o disminuye el ritmo cardiaco y el pulso Regula la presión sanguínea Regula el ritmo respiratorio Controla la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto. Mejora las enfermedades cutáneas: Respuesta galvánica de la piel (GSK), Niveles de conductancia en la piel (SCL)
a) Efectos Músculo-Motrices A través de las actividades musicales se trabaja la coordinación y el equilibrio, la movilidad y el desarrollo de las actividades motrices funcionales. A la vez, se puede lograr la mejora de la coordinación motora, la amplitud de movimiento, el tono muscular y la respiración.
Mejora la actividad muscular
Permite la coordinación motriz (con movimientos de asociación y disociación, equilibrio, marcha, lateralidad etc.) Mejora el nivel de resistencia al dolor Ayuda los movimientos peristálticos del estómago (sistema nervioso autónomo) Mejora los reflejos pupilares Permite adquirir destrezas y medios de expresión corporales, instrumentales, gráficos, melódicos.
b) Efectos sobre los ritmos de las ondas cerebrales El impulso electroquímico generado en las neuronas provoca las ondas cerebrales que se observan en un electroencefalograma. Se tienen cuatro ritmos:
Beta. Entre 15 y 30 Hz o ciclos por segundo. Es del hemisferio cerebral izquierdo. Se caracteriza por el pensar analítico, la lógica, realiza operaciones matemáticas. La acetilcolina es su principal neurotransmisor. Alfa. Entre 8 y 14 Hz o ciclos por segundo. Es del hemisferio cerebral derecho. Aparece en estados de quietud y relajación, de paz y es el ritmo del súper aprendizaje. Los neurotransmisores de este ritmo son acetilcolina, serotonina y dopamina. Theta. Entre 5 y 7 Hz o ciclos por segundo. También del hemisferio cerebral derecho. Se observa en el proceso onírico, fase REM del sueño. Es el ritmo del chamán. La serótina es su principal neurotransmisor. Delta. Entre 0.2 a 4 Hz o ciclos por segundo. Del hemisferio cerebral derecho. Es el ritmo del sueño profundo, del descanso total y dura de una a una hora y media del tiempo total del sueño Nota: Mediante unas prácticas constante de meditación y prácticas Zen, a través de la danza, con música especial, se puede llegar a experimentar los estados alfa y theta: con estas acciones el individuo puede relajarse mental y físicamente, con una mejora y aumento en el aprendizaje, memoria e inteligencia. Numerosos estudios han confirmados que dichas técnicas provocan gran cantidad de liberación de neurotransmisores, principalmente endorfinas, pero también de la dopamina, psicodélica endógena y serotonina entre otras.
3) Efectos cognitivos-intelectuales Con la música como elemento motivador se estimulan las funciones superiores: la atención, la memoria, el nivel de alerta, la orientación, el reconocimiento, el aprendizaje y la imaginación:
Permite el desarrollo de la capacidad de atención sostenida (desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos y ruidos, recordándolos, reproduciéndolos)
Facilita el aprendizaje
Permite el desarrollo del sentido de orden y análisis
Ayuda el proceso de razonamiento
Desarrolla la memoria
Facilita las relaciones tiempo-espaciales
Permite la relajación, reflexión y meditación
Estimula la imaginación y creatividad
Desarrolla la locución y la expresión oral mediante la articulación, vocalización, control de la voz, el canto.
4) Efectos sociales La música une y permite compartir Facilita el diálogo.
5) Efectos psico-emocionales Las técnicas musicales receptivas y activas facilitan la expresión y el compartir de emociones y sentimientos a la vez que promueven la interacción:
La música es fuente de placer, mueve emociones, sentimientos Puede despertar, evocar, provocar, fortalecer, desarrollar Puede ser sedante, estimulante, enervante Refuerza la autoestima y la personalidad mediante la autorrealización Permite elaborar pautas de conducta que faciliten la integración social Libera la energía reprimida y permite conseguir el equilibrio personal a través del ritmo Sensibiliza afectiva y emocionalmente a través de los valores estéticos de la música misma Desarrolla capacidades del intelecto como la imaginación, la memoria, la atención, la comprensión, de conceptos, la concentración o la agilidad mental.
6) Efectos espirituales y trascendentes La música puede tener efectos catárticos. En resumen podríamos decir que la Musicoterapia ejerce efecto terapéutico simultáneamente en todas las áreas de la persona y produce cambios.º Es un tratamiento no invasivo y no doloroso. Permite llegar a personas con diferentes habilidades o discapacidades. Tiene pocas o nulas contraindicaciones. La música, por su carácter de universalidad, es fácilmente accesible desde cualquier lugar. Ofrece oportunidades al paciente para que se implique de forma activa.
Pero a parte de los efectos que produce, la música contiene unas características que, por sí mismas, son terapéuticas. En concreto la música es Multidimensional: Tiene la capacidad para producir efectos a niveles o dimensiones diferentes. Es Universal: Es presente en todas las culturas. Es Flexible: permite adaptarse a diferentes objetivos o niveles, según la necesidad del paciente. Mantiene una Estructura y un orden del tiempo: La música posee estructura y un orden que son trasmitidos al paciente. La predicción de los elementos musicales es lo que aporta seguridad, tranquilidad y confianza. Es un Lenguaje simbólico: Gaston dice:
La música es más útil que las palabras. Es el significado no verbal de la música quien le otorga su valor. Gaston
La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias. Dependiendo de las circunstancias personales (edad, etapa de desarrollo, estado anímico, salud psicológica, apetencia) cada estímulo sonoro o musical puede inducir una variedad de respuestas en las que se integran, tanto los aspectos biofisiológicos como los aspectos afectivos y mentales de la persona.
Así, el bebé agita sus miembros cuando reconoce una canción entonada por su madre, los adolescentes se reconfortan física y anímicamente escuchando una música ruidosa e incluso les ayuda a concentrarse mejor en el estudio.
Dado que la Musicoterapia constituye una aplicación funcional de la música con fines terapéuticos, se preocupa esencialmente de promover a través del sonido y la música, una amplia circulación energética en la persona, a investigar las múltiples transformaciones que induce en el sujeto el impulso inherente al estímulo sonoro y a aplicar la música para solventar problemas de origen psicosomático.
En qué nos ayuda la Musicoterapia La música influye sobre el individuo a dos niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización.
La movilización: la música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.
Además el sonido produce una musicalización de la persona, es decir, la impregna interiormente dejando huella de su paso y de su acción. Así, la música que proviene del entorno o de la experiencia sonora pasa a integrar un fondo o archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno.
Por tanto, nuestra conducta musical es una proyección de la personalidad, utilizando un lenguaje no verbal. Escuchando o produciendo música nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado, reaccionando de formas diferentes.
Cada individuo suele consumir la música adecuada para sus necesidades, ya sea absorbiéndole de forma pasiva o creándole de forma activa. Toda expresión musical conforma un discurso no verbal que refleja ciertos aspectos del mundo sonoro interno y provoca la movilización y consiguiente proyección del mundo sonoro con fines expresivos y de comunicación.
Se podría afirmar que el objetivo primario de la musicoterapia es lo de Establecer o Restablecer la comunicación a través de la música. El musicoterapeuta se basa en un saber musical y psicológico en que la Música se experimenta como Lenguaje.
Recordando la definición de Musicoterapia y musicoterapeuta de Bruscia, el musicoterapeuta trabaja teniendo en cuenta diferentes objetivos para mejorar la salud física y mental del individuo.
Así que la Musicoterapia nos ayuda a:
Empatizar: Empatía se define la "capacidad de identificarse con el otro, la capacidad de comprender lo que el otro está experimentando o sintiendo." La música es por excelencia el medio más eficaz para lograr empatía: une a las personas en una misma actividad sensorio-motriz, las mantiene juntas en el espacio y tiempo, las conduce a través une experiencia humana íntima. Expresar: Se ofrece al paciente una actividad para poderse expresar, exteriorizar, representar experiencias internas de forma diferente y creativa. Interactuar: Comprometer el mundo externo en un “dar y recibir”. Se crea así un proceso recíproco en donde "yo actúo sobre alguien y dejo que este alguien actúe sobre mi." Comunicar: La comunicación es intercambio de ideas y sentimientos con otros. Teniendo en cuenta que no siempre podemos comunicarnos con palabras, la comunicación musical es una forma efectiva para poderse expresar no verbalmente. Retroalimentar: La música siempre involucra una retroalimentación. En una improvisación musical antes tocamos y luego nos escuchamos tocar. A través de esta retroalimentación el paciente puede reconocer sus necesidades. Explorar: El trabajo terapéutico consiste en ayudar a encontrar alternativas y nuevos caminos. Cuando hacemos música, por ejemplo, asumimos el desafío que consiste en improvisar sobre el ritmo o la melodía. O escribir una canción. Es esta una manera para explorar nuevas vías para llegar en nuestro interior. Si sabemos que existen alternativas a viejos caminos, nos daremos cuenta que tenemos diferentes opciones a la hora de tomar una decisión. Conectar: Sin que nos damos cuenta, podemos reconocer que nuestra vida es un continuo conectarse para sentirse en un todo armonioso. Esto porque el hombre es un Ser holístico en que habitan diferentes planos: el Mental, Corporal, Emocional y Espiritual. La conexión implica reconocer un equilibrio entre estos 4 planos. Es por esto que la música es muy útil porque requiere todo tipo de conexión. (Conectamos el oído con nuestra mente, pensamientos, sentimientos).
Reparar: durante un proceso terapéutico pasamos por un proceso de duelo, pérdida, cambio. Reparar forma parte de este proceso. El musicoterapeuta es la guía que ayuda al paciente a encontrar sus necesidades. Provee al paciente aquello de lo cual se ha privado, restituyendo algo o alguien que perdió, compensarle una herida o una enfermedad. La musicoterapia nos brinda la oportunidad de viajar por experiencias musicales que nos permita encontrar nuestras necesidades y reparar nuestros atascos. Validar: La validación puede venir del terapeuta o de la misma música. Cuando un paciente hace música esto conlleva atención y elogios y consecuente a esto se notará un crecimiento del autoestima y una reafirmación de propio Ser. Motivar: La motivación es un elemento terapéutico esencial. Si falta motivación se obstruye el cambio. Como las actividades trascurren en la música hay más motivación.
Áreas de tratamiento de la Musicoterapia No obstante esta terapia sea relativamente joven, hoy en día son ya muchas las áreas de tratamiento en que se han reconocidos los efectos terapéuticos de la Musicoterapia.
En educación para niños con: Dificultades en el aprendizaje, Problemas de conducta, Trastornos profundos en el desarrollo ( autismo), Niños con deficiencia mental, con dificultades en la socialización , Con baja autoestima, Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, cardiopatías, problemas de dolor, etc.)
En medicina para personas con: Enfermedades degenerativas debido a la edad (Alzheimer entre otras), Problemas de fármaco dependencia y abuso de sustancias, Daño cerebral debido a enfermedades o traumatismos, Incapacidades físicas debidos a enfermedades degenerativas o a accidentes, Problemas de dolor agudo o crónico debido a diversas condiciones (secuelas de accidentes, cáncer, etc.), Personas con enfermedades terminales.
Para personas que no tienen problemas de salud pero que les permite emplear la música para: Reducir el estrés a través de hacer y escuchar música, apoyo en el proceso del parto en las mujeres, Aumentar la creatividad y la capacidad de resolver problemas, Para disminuir la ansiedad, Para mejorar la autoestima, Para manejar el estrés.
Concluyendo podemos afirmar que por medio de la música se crea un nexo de comunicación entre terapeuta y paciente, lo que permite lograr mejorías en los distintos trastornos. En este proceso se recurre a distintas técnicas, según cada persona y su tipo de problema. Durante la sesión de Musicoterapia, la persona experimenta nuevas formas para expresar sus emociones, reacciona ante el estímulo sonoro, despierta vivencias ocultas en su subconsciente, se expresa a través de otros medios expresivos. Cada sesión debería incluir una fase de calentamiento, para entrar en contacto con el paciente y evaluar su estado. Después se establece la idea bajo la cual se trabajará, se elige el material que se usará en la actividad y se desarrolla la sesión. Se puede utilizar todo tipo de música, considerando como tal a todos los sonidos, ruidos, silencios, gestos o movimientos, que provengan de grabaciones, produzca el propio cuerpo o generen instrumentos musicales.
Finalmente podemos afirmar que la música realmente produce efectos y que un buen musicoterapeuta trabajará con el sonido, el movimiento, la mente, y lo más importante, con los sentimientos.
Referencias Bibliográficas:
K. Bruscia, 1997, "Definiendo Musicoterapia", Amarú Ediciones Salamanca E. T. Gastón y col., "Tratado de musicoterapia", Ed. Paidós, Barcelona American Music Therapy Association (AMTA) R. Benenzon “Manual de Musicoterapia”, Ed. Paidós, Barcelona M. Betés de Toro (Comp.), “Fundamentos de Musicoterapia”, Ed. Morata, Madrid R. Benezon, “Aplicaciones clinica de la musicoterapia”, ED. Lumen, Buenos Aires S. Satinosky, “Musicoterapia clinica” Ed. Galerna, Buenos Aires S. Poch Blasco, “Compendio de musicoterapia” Vol. I y II, Ed. Herder, Barcelona J. Alvin, “Music Therapy for Autistic Children”, London R. Arnheim, “Art and visual expresion”, Psicologia del Arte, Barcelona, Ed. Blume Dewhurst-Maddock, “La terapia del sonido”, Ed. Edaf
Más en Saludterapia: https://www.saludterapia.com/glosario/d/71-musicoterapia.html