ARTECORPORAL
- Alan Brito
- 21 sept 2016
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El arte corporal es una práctica habida cuenta a lo largo de toda la historia:desde el Paleolítico hasta la actualidad. Sin embargo, en los años ’60 tomó especial relevancia debido al carácter gestual del cuerpo humano. Esta idea es probablemente la más significativa del “Body Art” o arte corporal, si atendemos a la desvalorización que se hizo de lo corpóreo en toda la tradición religiosa. Ya Platón había hablado del cuerpo como “la cárcel del alma”.
Derivado de esto, se creó la dicotomía entre “sujeto” y “objeto” puesto que el cuerpo estorba para acceder a lo divino, pudiéndose llegar a ello por vía de lo intelectual. Dentro de esta rama, el Accionismo Vienés en los sesenta comenzó a trabajar con el cuerpo humano. En sus violentas acciones destripaban corderos sintiendo por ello una catarsis en el alma. Al mismo tiempo se llevaba a cabo una reivindicación de la sexualidad: la libido como hambre de vida. Buscaban liberar los instintos para liberar el alma. Los sentidos, en muchos casos primarios, ya no serían un desdén como lo habían sido a lo largo de la historia. El arte para el Accionismo Vienés era la puerta al purgatorio, rama de la que nace lo que es conocido como “Body Art antropológico”.
Modelo y antropometría de Yves Klein.
Unos años antes, en los ’50, Yves Klein asombró al mundo con sus performances en las que varias modelos restregaban sus cuerpos por el suelo y las paredes como si de pinceles se trataran. A su vez, sonaba el jazz como banda sonora de la acción artística. Para Klein el cuerpo era un receptor energético por lo que buscó un color acorde: el International Klein Blue, un intenso azul ultramar. El cuerpo visto por el ojo del Klein condujo la Historia del Arte hacia las “antropometrías” o pinturas corporales. El 9 de marzo de 1960 se unían el cuerpo, la pintura, el teatro y la música en Sinfonía Monótona: 20 minutos con el sonido de una nota y 20 minutos de silencio; las modelos cubiertas de nuevo de azul Klein recorrían la sala pintando con su cuerpo antropometrías. A la salida de la performance, Yves Klein había dejado abierto el camino del arte conceptual, pero también acababa de dar a luz al “body art” de quien es padre predilecto.

El cuerpo como soporte busca incansablemente la liberación del ser humano. El escritor François Pluchart escribió en la revistaarTitudes: “El placer, el sufrimiento, la muerte, la enfermedad dejan huella en el cuerpo dibujando un individuo socializado capaz de satisfacer todas las exigencias y apremios del poder de cada momento”.
El Body Art es un constante cuestionamiento de la subjetividad, el intento por integrar el cuerpo biológico, el ser humano y el alma en un mismo hombre, viviente y actuante, hijo y heredero de su cultura y de su tiempo. Nos despedimos como lo haría Yves Klein: “¡Larga vida a lo inmaterial!”.
