Queer, algo más que un termino chic
En estos últimos años se ha hablado mucho de "queer". Pero detrás de este nuevo termino "chic cultural, hay mucho más. Quizás convenga recordar que detrás de cada palabra hay una historia, como detrás de cada historia hay una batalla por fijar o hacer mudar las palabras.
En un principio la palabra “queer” sólo era un insulto. En lengua inglesa, servía para nombrar lo inútil, mal hecho, falso o excéntrico ponía en cuestión el buen funcionamiento del juego social. “Queer” se designaba a lo tramposo, a lo borracho, a la oveja negra y a todo aquel que por su peculiaridad o por su extrañeza no pudiera ser inmediatamente reconocido como hombre o mujer. Esta palabra designaba al fallo, a lo no correcto, a lo descentrado. A lo causante de desconfianza, por no estar dentro de lo común.
Sin lugar a dudas, era una estrategia para encaminar o establecer una normalidad. Era un término usado para causar vergüenza, al fin y al cabo un insulto que recogía en si mismo muchos otros términos como minusválido, bollera, mariquita, desviado, amanerado, RAR@.
Pero hasta mediados de los años ochenta del pasado siglo, empujados por la crisis del Sida, un conjunto de microgrupos decidieran reapropiarse de la injuria “queer” para hacer de ella un lugar de acción política y de resistencia a la normalización. Es decir, se apropiaron del insulto, nombrando a sí mismos como oveja negra.
El movimiento “queer” es post-homosexual y post-gay. Se trata por tanto de un movimiento post-identitario.Se trata de una crítica de exclusión y de marginalización que genera toda ficción identitaria. Que no solo contempla a los disidentes homosexuales sino que también a transexuales, trabajadoras sexuales, personas con cuerpos no normativos, sadomasoquistas, asexuados, asexuales y un sinfin de raritos más.
Sin lugar a dudas, reutilizar este termino es imprescindible. Pero teniendo en cuenta de donde viene y reapropiandonos de el en nuestro contexto. No solamente pueden clasificarse dentro de este termino los grupos minoritarios establecidos como tal en las décadas anteriores, sino que conviene preguntarse a cerca del contexto actual. Migrantes, inmigrantes, enfermos mentales, disidentes y un largo etc.. formarían parte de este termino hoy en día. Que ya ha perdido en parte, la fuerza de la reapropiación del nombre. Además, de que el capitalismo lo esta empezando a usar como algo chic. Por eso, algunos establecen una nueva frontera, un nuevo camino a seguir con un nuevo nombre "transfeminismo".
Dejo un videoclip titulado queer: